
El aumento de la demanda de vivienda, la crisis climática o la falta de mano de obra impulsan la búsqueda de materiales más eficientes, seguros y sostenibles. Expertos de firmas como Forel, ARQUIMA o SIKA coinciden en que las soluciones tradicionales ya no bastan: es necesario apostar por materiales de baja huella de carbono, capaces de reducir la dependencia de recursos no renovables y responder a las nuevas exigencias en conectividad, ergonomía y bienestar. Además, las normativas europeas, como la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), marcan el camino hacia edificaciones descarbonizadas y saludables.
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ToggleTecnología y sostenibilidad, un binomio clave
La innovación tecnológica está transformando el sector gracias a la nanotecnología, la digitalización y la robotización. Estas herramientas permiten rediseñar materiales tradicionales —como el hormigón o la madera— para aumentar su durabilidad, eficiencia y trazabilidad ambiental. La impresión 3D, por ejemplo, abre nuevas posibilidades de personalización arquitectónica con bajo impacto ambiental. Como señalan desde Cementos La Cruz, la herramienta es técnica, pero el criterio sigue siendo arquitectónico.
Hacia edificios neutros y circulares
La construcción se enfrenta al desafío de crear edificios neutros o productores de energía, con materiales capaces de cerrar el ciclo de vida y reducir residuos. La sostenibilidad ya no es una opción, sino un compromiso ineludible con el entorno y las personas. Tal como concluyen desde Fischer Ibérica, el objetivo es construir espacios accesibles, saludables y sostenibles en un contexto de recursos limitados. La innovación en materiales marca, así, el rumbo hacia una arquitectura resiliente y verdaderamente sostenible.




