Al frente de Archikubik, Marc Chalamanch, Carmen Santana y Christophe Marret han construido una práctica arquitectónica que combina una mirada sistémica de la ciudad con una vocación profundamente internacional. Entre España y Francia, y con proyectos que dialogan con contextos diversos, el estudio reivindica el paisaje como infraestructura, la regeneración de lo existente y la capacidad de anticipar futuros usos urbanos. Su trabajo se apoya en metodologías participativas, innovación constructiva y una fuerte dimensión colaborativa que atraviesa todas las escalas del proyecto. A lo largo de esta entrevista conoceremos más sobre los retos y aprendizajes que les ha dejado su trayectoria global, así como el papel del talento español en la arquitectura contemporánea.
¿Cómo describirían la identidad y filosofía de Archikubik en su trabajo arquitectónico?
En Archikubik trabajamos desde una mirada arquitectónica y urbana sistémica para buscar nuevas formas de interacción entre el espacio público y el privado, entendiendo la ciudad y su arquitectura como lugares de aprendizaje, diversidad e intercambio.
Abordar todas las escalas nos permite desarrollar estrategias y tácticas que superan los códigos convencionales, e incorporar los factores de riesgo cada día más presentes en todos los proyectos. Por eso, colaborar con nuestros clientes, promotores o entidades públicas, para explorar nuevas tipologías, programas, materiales y sistemas constructivos forma parte de nuestro ADN y de nuestra manera de responder a las transformaciones profundas y continuas de la sociedad de la era digital. Al mismo tiempo, entendemos el paisaje como infraestructura para crear entornos abiertos, sensibles y saludables que responden al reto del calentamiento global.
Este enfoque nos capacita para cocrear en proyectos complejos y para llevar cada reto arquitectónico y urbano hasta su materialización más precisa.
¿Cuál consideran que ha sido el proyecto que mejor refleja la esencia del estudio y por qué?
Es difícil destacar un único proyecto, porque trabajamos de forma transversal en múltiples escalas y programas. Sin embargo, nuestro ADN se estructura en varios principios fundamentales:
