Para conseguir finalizar un proceso de compra con éxito no hay que apelar a la razón sino a la emoción del comprador. El vínculo emocional es mucho más fuerte y mucho más estable en el tiempo y es responsable de la fidelidad del cliente. Según Color Marketing Group el 85% de los compradores creen que el color es uno de los factores principales en la compra de un producto.
También se ha demostrado que el entorno ejerce una gran influencia en la compra por impulso y es la luz la que consigue modificar la percepción del espacio a través de la temperatura de color, el brillo, la intensidad para así, de manera consciente o inconsciente, influir en el consumidor.
El color en sí no es una propiedad física de los objetos sino una percepción humana posible gracias a la luz. Por esta razón entre los profesionales del interiorismo y el diseño de espacios comerciales el índice de reproducción cromática o IRC es mucho más relevante que cualquier otro criterio incluida la eficacia.
Cada color provoca un sentimiento diferente. Así en la cultura occidental el rojo significa energía mientras que el azul es el color de la confianza y la seguridad y el negro se asocia con productos de lujo. La importancia de que cada color sea
visualizado con su máximo esplendor depende del IRC que consigue la mayor fidelidad con el color original y que establece la reproducción del color en comparación con la luz solar.
¿Cuáles son las diferentes formas en las que la luz influye en el comportamiento del consumidor?
– Una excelente reproducción de los colores, especialmente algunos de ellos genera una sensación positiva en el comprador que permanece más tiempo en la tienda y por tanto aumenta la posibilidad de compra.
– A la hora de elegir un producto la luz afecta mejorando la percepción de la frescura, el atractivo, el apetito e incluso la percepción del precio. Es decir el comprador está dispuesto a pagar más por un producto cuyo aspecto sea mejor.
Los consumidores no son conscientes de las diferencias en la iluminación pero sí en las diferencias en la percepción ya sea positiva o negativa.
– La iluminación no sólo afecta a los productos sino también a la percepción del espacio creando atmósferas más confortables, más brillantes y con mejor imagen.
– EL IRC evita decepciones posteriores de los consumidores al salir del espacio comercial ya que permite evaluar los productos con la mayor fidelidad.
GE Lighting lleva años investigando cómo mejorar las condiciones de iluminación y por ello ha apostado por crear lámparas para cada aplicación que destaquen las mejores características de cada producto. Así existen productos específicos tanto para mejorar las condiciones visuales de los productos de alimentación como de la moda o las joyas. El elemento en común que distingue la calidad de las lámparas es el alto índice de reproducción cromática que en la mayoría de sus productos para retail está por encima de 80 y en muchos casos 90.
La combinación de eficacia y calidad es una de las características de las lámparas de nueva generación de GEL. Ejemplo de la apuesta de GE por el sector es el reciente lanzamiento de la CMH Precise, con un IRC de 90 y un LPW de 107.
Las lámparas CMH PreciseTM ofrecen mayor vida útil, un mantenimiento del flujo lumínico mejorado, una larga vida útil y un mejor IRC. Adaptadas para usarse junto con la gama de balastos electrónicos existentes de GE Lighting – las lámparas ofrecen flexibilidad en su forma y tamaño para satisfacer una variedad de requisitos de diseño.