Si echamos la vista atrás podemos ver cómo de un día para otro pueden surgir nuevos escenarios sanitarios que impliquen una respuesta inmediata de los hospitales y centros destinados al cuidado de la salud. Sin embargo, no se trata de una situación nueva o que no se pudiese prever. ENERO Arquitectura, el estudio de arquitectura especializado en el diseño, proyección y construcción de espacios para la salud y para el usuario, tiene muy clara esta premisa desde que inició su andadura hace más de quince años: los edificios sanitarios deben estar preparados para ofrecer soluciones a una sociedad en constante cambio y, por eso, deben ser concebidos desde sus inicios como espacios vivos, funcionales, eficientes y, sobre todo, humanizados. Gracias a esta filosofía de trabajo, a día de hoy ya han desarrollado proyectos de gran envergadura en el ámbito de la arquitectura hospitalaria como el Primer Centro de Protonterápia de España, en Pozuelo de Alarcón, el Hospital Quirónsalud de Córdoba, el Plan Director de la Remodelación integral del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz o el nuevo Hospital Quirónsalud Valle del Henares, en Torrejón de Ardoz. “Durante la pandemia, los hospitales sufrieron por dos motivos:
La masificación de las UCIs y las dificultades de convivencia de los pacientes COVID con el resto”, afirma Francisco Ortega, CEO de ENERO Arquitectura, “sin embargo, creo que la pandemia no va a producir grandes cambios en la arquitectura hospitalaria, pero lo que si va a trascender en la estructura de los nuevos centros sanitarios es una consecuencia de ésta: el impacto del avance de la movilidad clínica o telemedicina”. La menor afluencia de personas con sintomatología leve está suponiendo la disminución de los servicios de asistencia ambulatoria y los hospitales se orientarán para acoger a enfermos graves, y alojar servicios de diagnósticos (radiología, laboratorios, etc.) e intervenciones quirúrgicas.
LA TECNOLOGÍA COMO MAYOR ALIADA
La arquitectura hospitalaria es mucho más que la conceptualización y proyección de un edificio. En las últimas décadas se ha experimentado un drástico cambio de paradigma en este ámbito, entendiendo que los espacios sanitarios tienen como eje vertebrador al usuario y su entorno y, en consecuencia, deben formar parte de su proceso de cuidado y recuperación. Para ello, la tecnología y la innovación son los aliados indiscutibles que están consiguiendo dotar a los centros de una eficiencia y funcionalidad nunca vista y especialmente necesaria en los tiempos que corren. Precisamente el empleo de tecnología cada vez más avanzada está suponiendo un gran cambio en la forma de concebir estos espacios. “La tecnología cada vez altera más el diseño de los edificios. Lejos de reducirse, los equipos cada vez ocupan más espacio y recursos”, afirma Francisco. Por ejemplo, en el primer Centro de Protonterápia que se hizo en España, proyectado por ENERO Arquitectura, la tecnología ocupa varias veces más que el espacio para el paciente o el personal médico. “Adaptar un bunker de 30 x 12 x 12 m a una persona es un reto con el que hay que lidiar para conseguir que los espacios sean agradables para los usuarios. Desde ENERO, creemos que el edificio influye en el proceso de recuperación y esto es todo un reto en determinadas ocasiones.”
Otro recurso cada vez más demandado y donde la tecnología está teniendo una gran influencia a nivel de infraestructura es el quirófano híbrido, una estructura que ocupa entre dos y tres veces más que un quirófano convencional. Su funcionalidad es mucho mayor y evita desplazamientos entre la resonancia magnética y el quirófano, y la precisión con la que permite trabajar esta tecnología es muy alta, aunque para lograrlo hay que alojar muchos equipos y muy específicos. Sin duda, el gran reto es hacerlo sin que el paciente se sienta amenazado o abrumado por la tecnología y su implantación en el edificio, especialmente cuando el paciente no es un enfermo, sino todo lo contrario. “La arquitectura es la gran responsable de influir positivamente (o no) en el bienestar del usuario y por lo tanto en sumarse (o no) al tratamiento.”
Vivimos en la era de la inmediatez en todos los ámbitos y un hospital del siglo XXI debe tener la capacidad de adaptarse a cualquier circunstancia en tiempo récord, por eso, ENERO Arquitectura, como estudio visionario en este aspecto, siempre ha contado en su equipo con diferentes perfiles profesionales altamente cualificados que le permiten desarrollar espacios sanitarios con una marcada identidad propia, cubriendo todas las áreas de especialización del proyecto (arquitectura, arquitectura técnica e ingeniería) y dotándolos de la última y más avanzada tecnología.
LA ARQUITECTURA COMO ELEMENTO TERAPÉUTICO
Otra de las cualidades que cada vez está más presente en la arquitectura hospitalaria es la ‘humanización de los espacios’ que va más allá de su mera –y necesaria– funcionalidad, para focalizar la concepción de sus proyectos desde el punto de vista establecido por la Teoría de la Salutogénesis: proyectar entornos amables que permitan tanto a los pacientes como a los trabajadores mantener el control sobre su estado de bienestar, un estado que fluctúa constantemente por diversos factores del entorno de cada individuo, que pueden ser más o menos controlables.
Espacios con abundante luz natural, una adecuada higiene acústica, espacios de privacidad para el paciente, espacios de socialización, referencias a la naturaleza, hitos que colaboren a la ubicación dentro del establecimiento hospitalario … Son múltiples los factores que intervienen en un proyecto hospitalario de estas características, cuyo principal objetivo es estimular la capacidad de las personas para afrontar la incertidumbre o malestar ante la enfermedad. Este factor es especialmente significativo en los centros sanitarios, donde acuden constantemente personas que, por lo general, no gozan de un buen estado de salud o deben hacer frente a situaciones complejas que les producen un gran estrés físico y emocional.